1. Sólo puedo nublar mi santa vista si permito que mi mundo se entrometa en ella. 2Y no puedo contemplar los santos panoramas que Cristo contempla a menos que utilice Su visión. 3La percepción es un espejo, no un hecho. 4Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera. 5Quiero bendecir el mundo contemplándolo a través de los ojos de Cristo. 6Y veré las señales inequívocas de que todos mis pecados me han sido perdonados.
2. Tú me conduces de las tinieblas a la luz y del pecado a la santidad. 2Déjame perdonar y así recibir la salvación del mundo. 3Ése es Tu regalo, Padre mío, que se me concede para que yo se lo ofrezca a Tu santo Hijo, de manera que él pueda hallar Tu recuerdo, y el de Tu Hijo tal como Tú lo creaste.
TEXTO
IX. Pues Ellos han llegado
1. ¡Cuán
santo debes ser tú, que desde ti la Voz de Dios llama amorosamente a tu
hermano para que puedas despertar en él la Voz que contesta tu llamada!
2¡Y cuán santo debe ser tu hermano cuando en él reside tu propia salvación, junto con su libertad! 3Por mucho que lo quieras condenar, Dios mora en él. 4Pero mientras ataques Su hogar elegido y luches con Su huésped, no podrás saber que Dios mora igualmente en ti. 5Mira a tu hermano con dulzura. 6Contempla
amorosamente a aquel que lleva a Cristo dentro de sí, para que puedas
ver su gloria y regocijarte de que el Cielo no esté separado de ti.
2. ¿Sería
mucho pedir que tuvieses un poco de confianza en aquel que te trae a
Cristo para que todos tus pecados te sean perdonados, sin excluir ni
uno solo que todavía quisieras valorar? 2No olvides que una sola sombra que se interponga entre tu hermano y tú nubla la faz de Cristo y el recuerdo de Dios. 3¿E intercambiarías Éstos por un odio inmemorial? 4El
suelo que pisas es tierra santa por razón de Aquellos que, al estar ahí
contigo, la han bendecido con Su inocencia y con Su paz.
3. La
sangre del odio desaparece permitiendo así que la hierba vuelva a
crecer con fresco verdor, y que la blancura de todas las flores
resplandezca bajo el cálido sol de verano. 2Lo que antes era un lugar de muerte ha pasado a ser ahora un templo viviente en un mundo de luz. 3Y todo por Ellos. 4Es Su Presencia la que ha elevado nuevamente a la santidad para que ocupe su lugar ancestral en un trono ancestral. 5Y debido
a Ellos los milagros han brotado en forma de hierba y flores sobre el
terreno yermo que el odio había calcinado y dejado estéril. 6Lo que el odio engendró Ellos lo han des-hecho. 7Y ahora te encuentras en tierra tan santa que el Cielo se inclina para unirse a ella y hacerla semejante a él. 8La
sombra de un viejo odio ya no existe, y toda desolación y aridez ha
desaparecido para siempre de la tierra a la que Ellos han venido.
4. ¿Qué son cien años para Ellos, o mil, o cientos de miles? 2Cuando Ellos llegan, el propósito del tiempo se consuma. 3Lo que nunca tuvo lugar desaparece en la nada cuando Ellos llegan. 4Lo
que el odio reivindicaba se entrega ahora al amor, y la libertad
ilumina toda cosa viviente y la eleva hasta el Cielo, donde las luces se
encienden con mayor fulgor a medida que cada una vuelve al hogar. 5Lo incompleto se vuelve completo de nuevo, y el gozo del Cielo aumenta porque lo que era suyo le ha sido restituido. 6La
tierra ha quedado limpia de toda mancha de sangre, y los dementes se
han desprendido de sus vestimentas de demencia para unirse a Ellos en
el lugar donde tú te encuentras.
5. El Cielo se siente agradecido por este regalo que por tanto tiempo le había sido negado. 2Pues Ellos han venido a congregar a los Suyos. 3Lo
que se había clausurado se abre; lo que se mantenía oculto de la luz
se le entrega a ésta para que pueda iluminarlo sin dejar ningún espacio o
distancia entre la luz del Cielo y el mundo.
6. El más santo de todos los lugares de la tierra es aquel donde un viejo odio se ha convertido en un amor presente. 2YEllos acuden sin demora al templo viviente, donde se les ha preparado un hogar. 3No hay un lugar en el Cielo que sea más santo. 4Y Ellos han venido a morar en el templo que se les ha ofrecido para que sea Su lugar de reposo, así como el tuyo. 5Lo que el odio le ha entregado al amor, se convierte en la luz más brillante de todo el resplandor del Cielo. 6Y el fulgor de todas las luces celestiales cobra mayor intensidad, como muestra de gratitud por lo que se les ha restituido.
7.
Los ángeles revolotean amorosamente a tu alrededor, a fin de mantener
alejado de ti todo sombrío pensamiento de pecado y asegurarse de que la
luz permanezca allí donde ha entrado. 2Las huellas de tus pasos iluminan el mundo, pues por donde tú caminas el perdón te acompaña jubilosamente. 3No
hay nadie en la tierra que deje de dar gracias a aquel que ha
restaurado su hogar, protegiéndolo, así del crudo invierno y del gélido
frío. 4¿Y cómo podrían el Señor, de los Cielos y Su Hijo dar menos como muestra de agradecimiento cuando han recibido mucho más?
8. Ahora el. templo del Dios viviente ha sido reconstruido de nuevo para ser el anfitrión de Aquel que lo creó. 2Donde Él mora, Su Hijo mora con Él y nunca están separados. 3Y dan gracias de que finalmente se les haya dado la bienvenida. 4Donde antes se alzaba una cruz, se alza ahora el Cristo resucitado, y en Su visión las viejas cicatrices desaparecen. 5Un milagro inmemorial ha venido a bendecir y a reemplazar una vieja enemistad, cuyo fin era la destrucción. 6Con dulce gratitud Dios el Padre y el Hijo regresan a lo que es Suyo, y a lo que siempre lo será. 7Ahora se ha consumado el propósito del Espíritu Santo. 8Pues Ellos han llegado. 9¡Por fin han llegado!
1. Velad conmigo, ángeles, velad conmigo hoy. 2Que todos los santos Pensamientos de Dios me rodeen y permanezcan muy quedos a mi lado mientras nace el Hijo del Cielo. 3Que se acallen todos los sonidos terrenales y que todos los panoramas que estoy acostumbrado a ver desaparezcan. 4Que a Cristo se le dé la bienvenida allí donde Él está en Su hogar, 5y que no oiga otra cosa que los sonidos que entiende y vea únicamente los panoramas que reflejan el Amor de Su Padre. 6Que Cristo deje de ser un extraño aquí, pues hoy Él renace en mí.
2. Le doy la bienvenida a tu Hijo, Padre. 2Él ha venido a salvarme del malvado ser que fabriqué. 3Tu Hijo es el Ser que Tú me has dado. 4Él es lo que yo soy en verdad. 5Él es el Hijo que Tú amas por sobre todas las cosas. 6Él es mi Ser tal como Tú me creaste. 7No es Cristo quien puede ser crucificado. 8A salvo en Tus Brazos, déjame recibir a Tu Hijo.
TEXTO
VIII. La inminencia de la salvación
1. El
único problema pendiente es que todavía ves un intervalo entre el
momento en que perdonas y el momento en que recibes los beneficios que
se derivan de confiar en tu hermano. 2Esto tan sólo refleja la pequeña distancia que aún deseas interponer entre vosotros para que os mantenga un poco separados. 3Pues el tiempo y el espacio son la misma ilusión, pero se manifiestan de forma diferente. 4Si se ha proyectado más allá de tu mente, piensas que es el tiempo. 5Cuanto más cerca se trae a tu mente, más crees que es el espacio.
2. Quieres
conservar cierta distancia entre vosotros para que os mantenga
separados, y percibes ese espacio como el tiempo porque aún crees que
eres algo externo a tu hermano. 2Eso hace que la confianza sea imposible. 3Y no puedes creer que la confianza podría resolver cualquier problema ahora mismo. 4Crees,
por lo tanto, que es más seguro seguir siendo un poco cauteloso y
continuar vigilando lo que percibes como tus intereses separados. 5Desde esta perspectiva te es imposible concebir que puedas obtener lo que el perdón te ofrece ahora mismo. 6En el intervalo que crees que existe entre dar el regalo y recibirlo parece que tienes que sacrificar algo y perder por ello. 7Ves la salvación como algo que tendrá lugar en el futuro, pero no ves resultados inmediatos.
3. Sin embargo, la salvación es inmediata. 2A
no ser que la percibas así, tendrás miedo de ella, creyendo que, entre
el momento en que aceptas su propósito como el tuyo propio y el momento
en que sus efectos llegan hasta ti, el riesgo de pérdida es inmenso. 3De esta manera, el error que da lugar al miedo sigue oculto. 4La salvación eliminaría la brecha que todavía percibes entre vosotros y permitiría que os convirtieseis en uno instantáneamente. 5Y es ésto lo que crees que supondría una pérdida. 6No proyectes este temor en el tiempo, pues el tiempo no es el enemigo que tú percibes. 7El tiempo es tan neutral como el cuerpo, salvo en lo que respecta al propósito que le asignas. 8Mientras
todavía quieras conservar un pequeño espacio entre vosotros, querrás
tener un poco más de tiempo en el que aún puedas negar el perdón. 9Y
esto no podrá sino hacer que el intervalo que transcurre entre el
momento en que niegas el perdón y el momento en que lo otorgas parezca
peligroso, y el terror, justificado.
4. Mas el espacio que hay entre vosotros es evidente sólo en el presente, ahora mismo, y no se puede percibir en el futuro. 2Tampoco es posible pasarlo por alto, excepto en el presente. 3No es lo que puedas perder en el futuro lo que temes. 4Lo que te aterroriza es unirte en el presente. 5¿Quién puede sentir desolación, excepto en el momento presente? 6Una causa futura aún no tiene efectos. 7Por lo tanto, eso quiere decir que si sientes temor, su causa se encuentra en el presente. 8Y es esa causa la que necesita corrección, no un estado futuro.
5. Todos los planes que haces para tu seguridad están centrados en el futuro, donde no puedes planear. 2Todavía no se le ha asignado ningún propósito al futuro, y lo que va a ocurrir aún no tiene causa. 3¿Quién puede predecir efectos que no tienen causa? 4¿Y quién podría tener miedo de dichos efectos a no ser que pensase que éstos ya han sido causados y los juzgase como desastrosos ahora? 5La
creencia en el pecado da lugar al miedo, y, al igual que su causa, mira
hacia adelante y hacia atrás, pero pasa por alto lo que se encuentra
aquí y ahora. 6Su causa, sin embargo, sólo puede estar aquí y ahora si sus efectos ya se han juzgado como temibles. 7Mas cuando se pasa esto por alto se protege la causa y se la mantiene alejada de la curación. 8Pues el milagro es algo que es ahora. 9Se
encuentra ya aquí, en gracia presente, dentro del único intervalo de
tiempo que el pecado y el miedo han pasado por alto, pero que, sin
embargo, es el único tiempo que hay.
6. Llevar a cabo la corrección en su totalidad no requiere tiempo en absoluto. 2Pero aceptar que la corrección se puede llevar a cabo parece prolongarse una eternidad. 3El cambio de propósito que el Espíritu Santo le brindó a tu relación encierra en sí todos los efectos que verás. 4Éstos se pueden ver ahora. 5¿Por
qué esperar a que se manifiesten en el transcurso del tiempo, temiendo
que tal vez no se den, cuando ya se encuentran aquí? 6Se te ha dicho que todo lo que procede de Dios es para el bien. 7Sin embargo, parece como si no fuera así. 8No es fácil dar crédito de antemano al bien que se presenta en forma de desastre, 9ni es ésta una idea que tenga sentido.
7. ¿Por qué habría de aparecer el bien en forma de mal? 2¿Y no sería un engaño si lo hiciese? 3Su causa está aquí, si es que aparece en absoluto. 4¿Por qué, entonces, no son evidentes sus efectos? 5¿Por qué razón se ven en el futuro? 6Y procuras contentarte con suspirar y "razonar" que no entiendes esto ahora, pero que algún día lo entenderás 7y que su significado te resultará claro entonces. 8Esto no es razonar, pues es injusto, y alude claramente al castigo hasta que el momento de la liberación sea inminente. 9Pero
puesto que el propósito de la relación ha cambiado ahora para el bien,
no hay razón para un intervalo en que azote el desastre, el cual se
percibirá algún día como algo "bueno", aunque ahora se perciba como
doloroso. 10Esto es un sacrificio del ahora, que no puede ser el precio que el Espíritu Santo exige por lo que ha dado gratuitamente.
8. Esta ilusión, no obstante, tiene una causa que, aunque falsa, tiene que estar en tu mente ahora. 2Y esta ilusión es tan sólo un efecto que tu mente engendra y una forma de percibir su resultado. 3Este
intervalo de tiempo, en el que se percibe la represalia como la forma
en la que se presenta el "bien", es sólo un aspecto de la diminuta
brecha que hay entre vosotros, la cual todavía no se ha perdonado.
9. No te contentes con la idea de una felicidad futura. 2Eso no significa nada ni es tu justa recompensa. 3Pues hay causa para ser libre ahora. 4¿De qué sirve la libertad en forma de aprisionamiento? 5¿Por qué habría de disfrazarse de muerte la liberación? 6La
demora no tiene sentido, y el "razonamiento" que mantiene que los
efectos de una causa presente se tienen que posponer hasta un momento
futuro, es simplemente una negación del hecho de que causa y
consecuencia tienen que darse simultáneamente. 7No es del tiempo de lo que te tienes que liberar, sino de la diminuta brecha que existe entre vosotros. 8Y
no dejes que ésta se disfrace de tiempo, y que de este modo se
perpetúe, ya que al haber cambiado de forma no se puede reconocer como
lo que es. 9El propósito del Espíritu Santo es ahora el tuyo. 10¿No debería ser Su felicidad igualmente tuya?
Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz.
1. Padre, por fin estamos abriendo los ojos. 2Tu santo mundo nos espera, pues por fin hemos recobrado la visión y podemos ver. 3Pensábamos que estábamos sufriendo. 4Pero era que nos habíamos olvidado del Hijo que Tú creaste. 5Ahora vemos que las tinieblas son el producto de nuestra propia imaginación y que la luz está ahí para que la contemplemos. 6La visión de Cristo transforma las tinieblas en luz, pues el miedo no puede sino desaparecer ante la llegada del amor. 7Déjame perdonar hoy Tu santo mundo, para poder contemplar su santidad y entender que no es sino el reflejo de la mía.
2. Nuestro Amor nos espera conforme nos dirigimos a Él y, al mismo tiempo, marcha a nuestro lado mostrándonos el camino. 2No puede fracasar en nada. 3Él es el fin que perseguimos, así como los medios por los que llegamos a Él.
TEXTO
10. La
salvación, perfecta e íntegra, sólo pide que desees, aunque sea
mínimamente, que la verdad sea verdad; que estés dispuesto, aunque no
sea del todo, a pasar por alto lo que no existe; y que abrigues un leve
anhelo por el Cielo como lo que prefieres a este mundo, donde la muerte y
la desolación parecen reinar. 2Y la
creación se alzará dentro de ti en jubilosa respuesta, para reemplazar
al mundo que ves por el Cielo, el cual es completamente perfecto e
íntegro. 3¿Qué es el perdón, sino estar dispuesto a que la verdad sea verdad? 4¿Qué puede permanecer enfermo y separado de la Unidad que encierra dentro de Sí todas las cosas? 5El pecado no existe. 6Y cualquier milagro es posible en el instante en que el Hijo de Dios percibe que sus deseos y la Voluntad de Dios son uno.
11. ¿Qué dispone la Voluntad de Dios? 2Dispone que Su Hijo lo tenga todo. 3Y Él garantizó esto cuando lo creó para que fuese todo. 4Es imposible perder nada, si lo que tienes es lo que eres. 5Éste es el milagro mediante el cual la creación se convirtió en tu función, la cual compartes con Dios. 6Esto no se entiende estando separado de Él, y, por lo tanto, no tiene sentido en este mundo. 7Aquí el Hijo de Dios no pide mucho, sino demasiado poco, 8pues está dispuesto a sacrificar la identidad que comparte con todo, a cambio de su propio miserable tesoro. 9Mas no puede hacer esto sin experimentar una sensación de desolación, de pérdida y de soledad. 10Éste es el tesoro tras el que ha ido en pos. 11Y sólo puede tener miedo de ello. 12¿Es acaso el miedo un tesoro? 13¿Puede ser la incertidumbre tu deseo? 14¿O es simplemente que te has equivocado con respecto a lo que es tu voluntad y a lo que realmente eres?
12. Examinemos en qué consiste el error, a fin de que pueda ser corregido, no encubierto. 2El pecado es la creencia de que el ataque se puede proyectar fuera de la mente en la que se originó la creencia. 3Aquí la firme convicción de que las ideas pueden abandonar su fuente se vuelve real y significativa. 4Y de este error surge el mundo del pecado y del sacrificio. 5Este mundo es un intento de probar tu inocencia y, al mismo tiempo, de atribuirle valor al ataque. 6Su fallo estriba en que sigues sintiéndote culpable, aunque no entiendes por qué. 7Los efectos se ven como algo aparte de su fuente, y no parece que puedas controlarlos o impedir que se produzcan. 8Y lo que de esta manera se mantiene aparte jamás se puede unir.
13. Causa y efecto no son dos cosas separadas, sino una sola. 2Dios dispone que aprendas lo que siempre ha sido verdad: que Él te creó como parte Sí Mismo y que esto no puede sino seguir siendo verdad porque las ideas no abandonan su fuente. 3Ésta
es la ley de la creación: que cada idea que la mente conciba sólo sirva
para aumentar su abundancia y nunca para disminuirla. 4Esto
es tan cierto con respecto a lo que se desea vanamente como con
respecto a lo que la voluntad dispone verdaderamente, ya que la mente
puede desear ser engañada, pero no puede hacer de sí misma lo que no es.
5Y creer que las ideas pueden abandonar su fuente es tratar inútilmente de hacer que las ilusiones sean verdad. 6Pues nunca será posible engañar al Hijo de Dios.
14 . El milagro es posible cuando causa y consecuencia se traen frente a frente, no cuando se mantienen aparte. 2Curar un efecto y no su causa tan sólo puede hacer que el efecto cambie de forma. 3Y esto no es liberación. 4El Hijo de Dios jamás se podrá contentar con nada que no sea la completa salvación y escape de la culpabilidad, 5pues,
de otro modo, seguirá exigiéndose a sí mismo alguna clase de
sacrificio, negando así que todo es suyo, y que no es susceptible de
sufrir ninguna clase de pérdida. 6Los efectos que produce un pequeño sacrificio son iguales a los que produce toda la idea de sacrificio en sí. 7Si cualquier clase de pérdida fuese posible, entonces el Hijo de Dios no sería pleno ni podría ser quien es. 8No podría tampoco conocerse a sí mismo ni reconocer su voluntad. 9Habría abjurado de su Padre y de sí mismo, haciendo de Ambos sus enemigos acérrimos.
15. Las ilusiones apoyan el propósito para el que fueron concebidas. 2Y cualquier significado que parezcan tener se deriva de ese propósito. 3Dios dio a todas las ilusiones que se concibieron, sea cual fuere su forma, otro propósito que justificase un milagro. 4En cada milagro radica la curación en su totalidad, pues Dios respondió a todas las ilusiones cual una sola. 5Y lo que es uno para Él, no puede sino ser todo lo mismo. 6Si tú crees que lo que es lo mismo es diferente, no haces sino engañarte a ti mismo. 7Lo que Dios considera uno solo, será eternamente uno solo y jamás estará dividido. 8Su Reino está unido: así fue creado y así será para siempre.
16. El milagro no hace sino invocar tu nombre ancestral, que reconocerás porque la verdad se encuentra en tu memoria. 2Y ése es el nombre que tu hermano invoca para su liberación y para la tuya. 3El Cielo refulge sobre el Hijo de Dios. 4No lo niegues, para que así puedas ser tú liberado. 5El Hijo de Dios renace en cada instante, hasta que elige no volver a morir. 6En cada deseo de ataque elige la muerte en lugar de lo que la Voluntad de su Padre dispone para él. 7Mas cada instante le ofrece vida porque su Padre dispone que él viva.
17. La crucifixión se abandona en la redención porque donde no hay dolor ni sufrimiento no hay necesidad de curación. 2El perdón es la respuesta a cualquier clase de ataque. 3De esta manera, se cancelan los efectos del ataque, y se responde al odio en nombre del amor. 4Gloria eterna a ti que se te ha encomendado salvar al Hijo de Dios de la crucifixión, del infierno y de la muerte. 5Pues tienes el poder de salvar al Hijo de Dios porque su Padre así lo dispuso. 6Y en tus manos yace la salvación, para ser ofrecida y recibida como una.
18. Usar el poder que Dios te ha dado como Él quiere que se use es algo natural. 2No
es arrogancia ser como Él te creó ni hacer uso de lo que te dio como
respuesta a todos los errores de Su Hijo para así liberarlo. 3Pero
sí es arrogancia despreciar el poder que Él te dio y elegir un nimio e
insensato deseo en vez de lo que Su Voluntad dispone. 4El don que Dios te ha dado es ilimitado. 5No hay circunstancia en la que no se pueda usar como respuesta ni problema que no se resuelva dentro de su misericordiosa luz.
19. Mora en paz, donde Dios quiere que estés. 2Y sé el instrumento por el que tu hermano puede hallar la paz en la que tus deseos se ven colmados. 3Unámonos para derramar bendiciones sobre el mundo del pecado y de la muerte. 4Pues lo que puede salvar a cualquiera de nosotros puede salvarnos a todos. 5No hay diferencias entre los Hijos de Dios. 6La unidad que el especialismo* niega, los salvará a todos, pues en lo que es uno no hay cabida para el especialismo. 7Y todo les pertenece a todos por igual. 8Ningún deseo puede interponerse entre un hermano y lo que es semejante a él. 9Arrebatarle algo a uno de ellos es desposeerlos a todos. 10Mas bendecir a uno de ellos, es bendecirlos a todos cual uno solo.
20. Tu nombre ancestral es el nombre de todos ellos, tal como el de ellos es el tuyo. 2lnvoca el nombre de tu hermano y Dios te contestará, pues es a Él a Quien invocas. 3¿Podría Él negarse a contestar cuando ya ha contestado a todos los que lo invocan? 4Un milagro no puede cambiar nada en absoluto. 5Pero puede hacer que lo que siempre
ha sido verdad sea reconocido por aquellos que lo desconocen; y
mediante este pequeño regalo de verdad se le permite a lo que siempre ha
sido verdad ser lo que es, al Hijo de Dios ser él mismo y a toda la
creación ser libre para invocar el Nombre de Dios cual una sola.
1. El Segundo Advenimiento de Cristo, que es tan seguro como Dios, es simplemente la corrección de todos los errores y el restablecimiento de la cordura. 2Es parte de la condición que reinstaura lo que nunca se perdió y re-establece lo que es eternamente verdad. 3Es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones: la señal de que estás dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas.
2. La naturaleza totalmente inclusiva del Segundo Advenimiento de Cristo es lo que le permite envolver al mundo y mantenerte a salvo en su dulce llegada, la cual abarca a toda cosa viviente junto contigo. 2La liberación a la que el Segundo Advenimiento da lugar no tiene fin, pues la creación de Dios es ilimitada. 3La luz del perdón ilumina el camino del Segundo Advenimiento porque refulge sobre todas las cosas a la vez y cual una sola. 4Y así, por fin, se reconoce la unidad.
3. El Segundo Advenimiento marca el fin de las enseñanzas del Espíritu Santo, allanando así el camino para el juicio Final, en el que el aprendizaje termina con un último resumen que se extenderá más allá de sí mismo hasta llegar a Dios. 2En el Segundo Advenimiento todas las mentes se ponen en manos de Cristo, para serle restituidas al espíritu en el nombre de la verdadera creación y de la Voluntad de Dios.
4. El Segundo Advenimiento es el único acontecimiento en el tiempo que el tiempo mismo no puede afectar. 2Pues a todos los que vinieron a morir aquí o aún han de venir, o a aquellos que están aquí ahora, se les libera igualmente de lo que hicieron. 3En esta igualdad se reinstaura a Cristo como una sola Identidad, en la Cual los Hijos de Dios reconocen que todos ellos son uno solo. 4Y Dios el Padre le sonríe a Su Hijo, Su única creación y Su única dicha.
5. Ruega, pues, por que el Segundo Advenimiento tenga lugar pronto, pero no te limites a eso. 2Pues necesita tus ojos, tus oídos, tus manos y tus pies. 3Necesita tu voz. 4Pero sobre todo, necesita tu buena voluntad. 5Regocijémonos de que podamos hacer la Voluntad de Dios y unirnos en Su santa luz. 6¡Pues mirad!, el Hijo de Dios es uno solo en nosotros, y podemos alcanzar el Amor de nuestro Padre a través de él.
AUDIOLIBRO
EJERCICIOS
LECCIÓN 301
Y Dios Mismo enjugará todas las lágrimas.
1. Padre, a menos que juzgue no puedo sollozar. 2Tampoco puedo experimentar dolor o sentirme abandonado o creer que no se me necesita en este mundo. 3Éste es mi hogar porque no lo juzgo, y, por lo tanto, es únicamente lo que Tú quieres que sea. 4Hoy lo quiero contemplar sin condenarlo, a través de ojos felices que el perdón haya liberado de toda distorsión. 5Hoy quiero ver Tu mundo en lugar del mío. 6Y me olvidaré de todas las lágrimas que he derramado, pues su fuente ha desaparecido. 7Padre, hoy no juzgaré Tu mundo. `
2. El mundo de Dios es un mundo feliz. 2Los que lo contemplan pueden tan sólo sumar a él su propia dicha y bendecirlo por ser causa de una mayor dicha para ellos. 3Llorábamos porque no entendíamos. 4Pero hemos aprendido que el mundo que veíamos era falso, y hoy vamos a contemplar el de Dios.
TEXTO
VI. El Amigo que Dios te dio
1. Cualquier
cosa en este mundo que creas que es buena o valiosa, o que vale la pena
luchar por ella, te puede hacer daño y lo hará. 2No porque
tenga el poder de hacerlo, sino únicamente porque has negado que no es
más que una ilusión, y le has otorgado realidad. 3Y así, es real para ti 4y no algo que no es nada. 5Yal percibirse como real se le abrieron las puertas al mundo de las ilusiones enfermizas. 6Toda
creencia en el pecado, en el poder del ataque, en herir y hacer daño,
en el sacrificio y en la muerte, ha llegado a ti de esa manera. 7Pues nadie puede otorgarle realidad a una sola ilusión y escaparse del resto. 8Pues
¿quién podría elegir quedarse sólo con aquellas ilusiones que prefiere
y, al mismo tiempo, encontrar la seguridad que sólo la verdad puede
conferir? 9¿Quién podría creer que todas las ilusiones son iguales y, al mismo tiempo, mantener que una de ellas es mejor que las demás?
2. No vivas tu mísera vida en soledad, con una ilusión como tu único amigo. 2Ésa no es una amistad digna del Hijo de Dios ni una que pueda satisfacerle. 3Dios le ha dado, por lo tanto, un Amigo mejor, Uno en Quien reside todo el poder de la tierra y del Cielo. 4Esa ilusión que tú consideras tu amigo te oculta la gracia ymajestad de Aquél, e impide que le des la bienvenida con los brazos abiertos a Su amistad y a Su perdón. 5Aparte de Él no tienes amigos. 6No busques otro amigo para que ocupe Su lugar. 7No hay ningún otro. 8Lo que Dios dispuso no tiene substituto, pues, ¿qué ilusión podría reemplazar a la verdad?
3. El que mora con sombras está ciertamente solo, y la soledad no es la Voluntad de Dios. 2¿Permitirías
que una sombra usurpase el trono que Dios dispuso fuese para tu Amigo,
si te dieses cuenta de que si ese trono está vacío el tuyo estaría vacío
y desocupado? 3No hagas de una ilusión tu amigo, pues si lo haces, ocupará el lugar de Aquel que Dios te dio para que fuese tu Amigo. 4Y Él es el único Amigo que en realidad tienes. 5Él te trae regalos que no son de este mundo, y sólo Aquel a Quien se le confiaron puede asegurarse de que tú los recibas. 6Él los depositará ante tu trono, cuando hagas sitio para Él en el Suyo.
VII. Las leyes de la curación
1. Éste es un curso de milagros. 2Como tal, las leyes de la curación deben entenderse antes de que se pueda alcanzar el propósito del curso. 3Repasemos
los principios que hemos estudiado, y organicémoslos a modo de resumen
de lo que debe ocurrir para que sea posible la curación. 4Pues una vez que es posible no puede sino tener lugar.
2. Toda enfermedad tiene su origen en la separación. 2Cuando se niega la separación, la enfermedad desaparece. 3Pues desaparece tan pronto como la idea que la produjo es sanada y reemplazada por la cordura. 4Al
pecado y a la enfermedad se les considera causa y consecuencia
respectivamente, en una relación que se mantiene oculta de la conciencia
a fin de mantenerla excluida de la luz de la razón.
3. La culpabilidad clama por castigo, y se le concede su petición. 2No en la realidad, sino en el mundo de ilusiones y sombras que se erige sobre el pecado. 3El Hijo de Dios percibió lo que quería ver porque la percepción es un deseo colmado. 4La percepción cambia, pues fue concebida para sustituir el conocimiento inmutable. 5Mas la verdad no ha cambiado. 6La verdad no se puede percibir, sino sólo conocerse. 7Lo percibido adopta muchas formas, pero ninguna de ellas significa nada. 8Si se lleva ante la verdad, su falta de sentido resulta muy evidente. 9Pero si se mantiene oculto de la verdad, parece tener sentido y ser real.
4. Las
leyes de la percepción son lo opuesto a la verdad, y lo que es cierto
con respecto al conocimiento no lo es con respecto a nada que se
encuentre aparte de él. 2Aun así, Dios ha dado Su respuesta al mundo de la enfermedad, la cual es aplicable por igual a cualquier clase de enfermedad. 3Aunque la respuesta de Dios es eterna, opera en el tiempo, pues ahí es donde se necesita. 4Pero como procede de Dios, las leyes del tiempo no afectan su eficacia. 5La respuesta de Dios se encuentra en este mundo, pero no forma parte de él. 6Es real, y mora donde la realidad no puede sino estar. 7Las ideas no abandonan su fuente, y sus efectos sólo dan la impresión de estar separados de ellas. 8Las ideas pertenecen al ámbito de la mente. 9Lo
que se proyecta y parece ser externo a la mente, no se encuentra afuera
en absoluto, sino que es un efecto de lo que está adentro y no ha
abandonado su fuente.
5. La
respuesta de Dios está allí donde se encuentra la creencia en el
pecado, pues sólo allí se pueden cancelar sus efectos completamente y
dejárseles sin causa. 2Las leyes de la percepción tienen que ser invertidas, pues son una inversión de las leyes de la verdad. 3Las leyes de la verdad son eternamente ciertas y no se pueden invertir. aNo obstante, se pueden percibir al revés. 4Y esto debe corregirse allí donde se encuentra la ilusión de que han sido invertidas.
6. Es imposible que una sola ilusión sea menos receptiva a la verdad que las demás. 2Pero
es posible que a algunas se les otorgue más valor, y que haya más
renuencia a entregárselas a la verdad a fin de recibir ayuda y curación.
3Ninguna ilusión tiene ni un solo ápice de verdad en ella. 4Sin embargo, parece que algunas son más verdaderas que otras, aunque es claro que eso no tiene ningún sentido. 5Lo único que una jerarquía de ilusiones puede mostrar son preferencias, no la realidad. 6¿Qué tienen que ver las preferencias con la verdad? 7Las ilusiones son ilusiones, y son falsas. 8Tus preferencias no les otorgan realidad. 9Ninguna
de ellas es verdad desde ningún punto de vista, y todas cederán con
igual facilidad ante la respuesta que Dios dio para todas ellas. 10La Voluntad de Dios es una. 11Y cualquier deseo que parezca ir en contra de Su Voluntad, no tiene fundamento alguno en la verdad.
7. El pecado no es ni siquiera un error, pues va más allá de lo que se puede corregir al ámbito de lo imposible. 2Pero
la creencia de que es real ha hecho que algunos errores parezcan estar
por siempre más allá de toda esperanza de curación y ser la eterna
justificación del infierno. 3Si esto fuese cierto, lo opuesto al Cielo se opondría a él y sería tan real como él. 4Y
así, la Voluntad de Dios estaría dividida en dos, y toda la creación
sujeta a las leyes de dos poderes contrarios, hasta que Dios llegase al
límite de Su paciencia, dividiese el mundo en dos y se pusiese a Sí
Mismo a cargo del ataque. 5De este modo Él habría perdido el
juicio, al proclamar que el pecado ha usurpado Su realidad y ha hecho
que Su Amor se rinda finalmente a los pies de la venganza. 6Ante
una imagen tan demente sólo se puede esperar una defensa igualmente
demente, pero ésta no puede establecer que la imagen sea verdad.
8.Nada puede hacer que lo que no tiene sentido lo tenga. 2Y la verdad no necesita defensas para ser la verdad. 3Las ilusiones no tienen ni testigos ni efectos. 4El que las contempla no hace sino engañarse a sí mismo. 5Perdonar
es la única función que se puede tener aquí, y su propósito es llevarle
la dicha que este mundo niega a cada aspecto del Hijo de Dios allí
donde parecía reinar el pecado. 6Tal vez no comprendas el
papel que juega el perdón en el proceso de poner fin a la muerte y a
todas las creencias que surgen de las brumas de la culpabilidad. 7Los pecados son creencias que tú interpones entre tu hermano y tú. 8Los pecados hacen que estés limitado al tiempo y al espacio, y te conceden un pequeño lugar a ti y otro a él. 9En tu percepción, esta separación está simbolizada por el cuerpo, que claramente está separado y es algo aparte. 10Lo que este símbolo representa, no obstante, es tu deseo de estar aparte y separado.
9. El perdón elimina lo que se interpone entre tu hermano y tú. 2El perdón es el deseo de estar unido a él y no separado. 3Lo llamamos "deseo" porque todavía concibe otras opciones, y aún no ha transcendido enteramente el mundo de las alternativas. 4Aún así, está en armonía con el estado celestial y no se opone a la Voluntad de Dios. 5Y aunque
no llega a darte toda tu herencia, elimina los obstáculos que has
interpuesto entre el Cielo donde te encuentras, y el reconocimiento de
dónde estás y de lo que eres. 6Los hechos no cambian. 7Sin embargo, se pueden negar y así desconocerse, si bien se conocían antes de que fueran negados.
1. Este pensamiento se puede utilizar para expresar que la muerte y el pesar es lo que le espera a todo aquel que viene aquí, pues sus alegrías desaparecen antes de que las pueda disfrutar o incluso tener a su alcance. 2Mas es también la idea que no permite que ninguna percepción falsa nos mantenga en su yugo, ni represente más que una nube pasajera en un firmamento eternamente despejado. 3Y es esta calma, clara, obvia y segura, lo que buscamos hoy.
2. Hoy vamos en busca de TU mundo santo. 2Pues nosotros, Tus amorosos Hijos, perdimos el rumbo por un momento. 3Mas al haber escuchado Tu Voz hemos aprendido exactamente lo que tenemos que hacer para que se nos restituya el Cielo y nuestra verdadera Identidad. 4Ydamos gracias hoy de que el mundo dure tan sólo un instante. 5Queremos ir más allá de ese ínfimo instante y llegar a la eternidad.
1. Mi santidad está mucho más allá de mi propia capacidad de comprender o saber lo que es. 2No obstante, Dios, mi Padre, Quien la creó, reconoce que mi santidad es la Suya. 3Nuestra Voluntad conjunta comprende lo que es. 4Y nuestra Voluntad conjunta sabe que así es.
2. Padre, mi santidad no procede de mí. 2No es mía para dejar que el pecado la destruya. 3No es mía para dejar que sea el blanco del ataque. 4Las ilusiones pueden ocultarla, pero no pueden extinguir su fulgor ni atenuar su luz. 5Se yergue por siempre perfecta e intacta. 6En ella todas las cosas sanan, pues siguen siendo tal como Tú las creaste. 7Ypuedo conocer mi santidad, 8pues fui creado por la. Santidad Misma, y puedo conocer mi Fuente porque Tu Voluntad es que se Te conozca.
1. Mi gratitud hace posible que mi amor sea aceptado sin miedo. 2Y, de esta manera, se me restituye por fin mi Realidad. 3El perdón elimina todo cuanto se interponía en mi santa visión. 4Y me aproximo al final de todas las jornadas absurdas, las carreras locas y los valores artificiales. 5En su lugar, acepto lo que Dios establece como mío, seguro de que sólo mediante ello me puedo salvar, y de que atravieso el miedo para encontrarme con mi Amor.
2. Padre, hoy vengo a Ti porque no quiero seguir otro camino que no sea el Tuyo. 2Tú estás a mi lado. 3Tu camino es seguro. 4Yme siento agradecido por tus santos regalos: un santuario seguro y la escapatoria de todo lo que menoscabaría mi amor por Dios mi Padre y por Su santo Hijo.
TEXTO
V. El pequeño obstáculo
1. Un pequeño obstáculo les puede parecer muy grande a los que aún no comprenden que los milagros son todos el mismo milagro. 2Mas enseñar esto es la finalidad de este curso. 3Ése es su único propósito, pues es lo único que hay que aprender. 4Y lo puedes aprender de muchas maneras. 5Todo aprendizaje o bien es una ayuda para llegar a las puertas del Cielo o bien un obstáculo. 6No hay nada entremedias. 7Hay solamente dos maestros, y cada uno de ellos señala caminos diferentes. 8Y tú seguirás el camino que te señale el maestro que hayas elegido. 9Sólo hay dos direcciones que puedes seguir, mientras perdure el tiempo y elegir tenga sentido. 10Pues jamás se podrá construir otro camino, salvo el que conduce al Cielo. 11Tú sólo eliges entre ir al Cielo o no ir a ninguna parte. 12No hay más alternativas que éstas.
2. Lo único que se puede perder es el tiempo, el cual, en última instancia, no tiene ningún sentido. 2Pues sólo supone un pequeño obstáculo para la eternidad y no significa nada para el verdadero Maestro del mundo. 3Sin
embargo, dado que tú crees en el tiempo, ¿por qué desperdiciarlo no
yendo a ninguna parte, cuando lo puedes utilizar para alcanzar la meta
más elevada que se puede lograr mediante el aprendizaje? 4No pienses que el camino que te conduce a las puertas del Cielo es difícil. 5Nada
que emprendas con un propósito firme, con absoluta determinación y
lleno de una feliz confianza, llevando a tu hermano de la mano y en
armonía con el himno del Cielo, es difícil de lograr. 6Lo que en verdad es difícil es vagar, solo y afligido, por un camino que no conduce a ninguna parte ni tiene ningún propósito.
3.Dios te dio Su Maestro para que reemplazase al que tú inventaste, no para que estuviese en conflicto con él. 2Y lo que Él ha dispuesto reemplazar ya ha sido reemplazado. 3El tiempo tan solo duró un instante en tu mente, y no afectó a la eternidad en absoluto. 4Y
así es con todo el tiempo que ha pasado; y todo permanece exactamente
como era antes de que se construyese el camino que no lleva a ninguna
parte. 5El brevísimo lapso de tiempo en el que se cometió el
primer error -en el que todos los demás errores están contenidos-
encerraba también la Corrección de ese primer error y de todos los
demás que partieron de él. 6Y en ese breve instante el tiempo desapareció, pues eso es lo que jamás fue. 7Aquello a lo que Dios dio respuesta ha sido resuelto y ha desaparecido.
4. A
ti que aún crees vivir en el tiempo sin saber que ya desapareció, el
Espíritu Santo te sigue guiando a través del laberinto infinitamente
pequeño e insensato que todavía percibes en el tiempo a pesar de que ya
hace mucho que desapareció. 2Tú crees estar viviendo en lo que ya pasó. 3Cada cosa que ves la viste sólo por un instante, hace mucho, antes de que su irrealidad sucumbiese ante la verdad. 4No hay ni una sola ilusión en tu mente que no haya recibido respuesta. 5La
incertidumbre se llevó ante la certeza hace tanto tiempo que es
ciertamente difícil seguir abrigándola en tu corazón como si aún
estuviese ante ti.
5.Este ínfimo instante que deseas conservar y hacer eterno, se extinguió tan fugazmente en el Cielo que ni siquiera se notó. 2Lo
que desapareció tan rápidamente que no pudo afectar el conocimiento
del Hijo de Dios, no puede estar aún ahí para que lo puedas elegir como
maestro. 3Sólo en el pasado -un pasado inmemorial,
demasiado breve como para poder erigir un mundo en respuesta a la
creación- pareció surgir este mundo. 4Ocurrió hace tanto tiempo y por un intervalo tan breve que no se perdió ni una sola nota del himno celestial. 5Sin
embargo, en cada acto o pensamiento que aún no hayas perdonado, en
cada juicio y en cada creencia en el pecado, se evoca ese instante, como
si se pudiese volver a reconstruir en el tiempo. 6Lo que tienes ante tus ojos es una memoria ancestral. 7Y quien vive sólo de recuerdos no puede saber dónde se encuentra.
6. El perdón es lo que nos libera totalmente del tiempo 2y lo que nos permite aprender que el pasado ya pasó. 3Ya no se oye hablar a la locura. 4Ya no hay ningún otro maestro ni ningún otro camino. 5Pues lo que ha sido erradicado ha dejado de existir. 6¿Y
quién puede encontrarse en una ribera lejana, y soñar que está al otro
lado del océano en un lugar y en un tiempo que hace mucho que
desaparecieron? 7¿Cómo iba a poder impedir este sueño que él esté donde realmente está? 8Pues donde él está es un hecho, y sus sueños, de la clase que sean, no pueden cambiarlo. 9Con todo, puede imaginarse que está en otro lugar y en otro tiempo. 10Lo
que a lo sumo puede hacer es engañarse a sí mismo creyendo que eso es
verdad y convertirlo de meras imaginaciones en creencias y en locura,
completamente convencido de que donde prefiere estar es donde está.
7. Mas ¿podría eso impedirle estar donde está? 2¿Es cualquier eco del pasado que él pueda oír un hecho en comparación con lo que se puede oír donde él está ahora? 3¿Y en qué medida pueden sus propias ilusiones con respecto al tiempo y al espacio cambiar el lugar donde él realmente está?
8. Lo que no se ha perdonado es una voz que llama desde un pasado que ya pasó para siempre. 2Y lo
único que lo considera real es el deseo de que lo que ya pasó pueda
volver a ser real y verse aquí y ahora, en lugar de lo que realmente se encuentra aquí y ahora. 3¿Supone esto acaso un obstáculo para la verdad de que el pasado ya pasó y de que no se te puede devolver? 4¿Y
querrías conservar ese temible instante en el que el Cielo pareció
desaparecer y a Dios se le temió y se le convirtió en el símbolo de tu
odio?
9. Olvídate de ese momento de terror que ya hace tanto tiempo que se corrigió y se des-hizo. 2¿Podría acaso el pecado resistir la Voluntad de Dios? 3¿Podría estar en tus manos poder ver el pasado y ubicarlo en el presente? 4No puedes volver a él. 5Ytodo lo que señala hacia él no hace sino embarcarte en una misión cuya consecución sólo podría ser irreal. 6Tal es la justicia que tu Amoroso Padre se aseguró de que se hiciese contigo. 7Y te ha protegido de tu propia injusticia contra ti mismo. 8No puedes extraviarte porque no hay otro camino que el Suyo y no puedes ir a ninguna parte excepto hacia Él.
10. ¿Cómo
iba a permitir Dios que Su Hijo se extraviase por un camino que es sólo
la memoria de un instante que hace mucho que pasó? 2Este curso te enseña sólo lo que es ahora. 3Un
terrible instante de un pasado lejano que ha sido completamente
corregido no es motivo de preocupación ni tiene valor alguno. 4Deja que lo muerto y lo pasado descansen en el olvido. 5La resurrección ha venido a ocupar su lugar. 6Y ahora tú eres parte de la resurrección, no de la muerte. 7Ninguna
ilusión del pasado tiene el poder de retenerte en un lugar de muerte:
la bóveda en la que el Hijo de Dios entró por un instante, para ser
instantáneamente restaurado al perfecto Amor de su Padre. 8¿Y
cómo iba a podérsele mantener encadenado cuando hace tanto tiempo que
se le liberó de las cadenas, que éstas desaparecieron de su mente para
siempre?
11.El Hijo que Dios creó sigue siendo tan libre como Dios lo creó. 2Renació en el mismo instante en que eligió morir en vez de vivir. 3¿Y te negarías ahora a perdonarlo porque cometió un error en un pasado que Dios ni siquiera recuerda y que no existe? 4Estás ahora oscilando entre el pasado y el presente. 5Aveces el pasado te parece real, como si fuese el presente. 6Oyes voces del pasado y luego dudas de que las has oído. 7Eres como alguien que aún tiene alucinaciones, pero que no está seguro de lo que percibe. 8Ésta es la zona fronteriza entre los dos mundos, el puente entre el pasado y el presente. 9Aquí todavía ronda la sombra del pasado; sin embargo, se vislumbra ya la luz del presente. 10Una vez que esta luz se ve, es imposible olvidarse de ella. 11Y esa luz te rescatará del pasado y te conducirá al presente, donde realmente te encuentras.
12.Las sombrías voces no alteran las leyes del tiempo ni las de la eternidad. 2Proceden de lo que ya pasó y dejó de existir, y no suponen ningún obstáculo para la verdadera existencia del aquí y del ahora. 3El
mundo real es la contrapartida a la alucinación de que el tiempo y la
muerte son reales, y de que tienen una existencia que puede ser
percibida. 4Esta terrible ilusión fue negada en el mismo
lapso de tiempo que Dios tardó en responder a ella para siempre y en
toda circunstancia. 5Yentonces desapareció y dejó de experimentarse como algo que estaba ahí.
13. Cada
día, y cada minuto de cada día, y en cada instante de cada minuto, no
haces sino revivir ese instante en el que la hora del terror ocupó el
lugar del amor. 2Yasí
mueres cada día para vivir otra vez, hasta que cruces la brecha entre
el pasado y el presente, la cual en realidad no existe. 3Esto
es lo que es toda vida: un aparente intervalo entre nacimiento y
muerte y de nuevo a la vida; la repetición de un instante que hace mucho
que desapareció y que no puede ser revivido. 4Y el tiempo no es otra cosa que la creencia demente de que lo que ya pasó todavía está aquí y ahora.
14. Perdona el pasado y olvídate de él, pues ya pasó. 2Ya no te encuentras en el espacio que hay entre los dos mundos. 3Has seguido adelante y has llegado hasta el mundo que yace ante las puertas del Cielo. 4Nada se opone a la Voluntad de Dios ni hay necesidad de que repitas una jornada que hace mucho que concluyó. 5Mira a tu hermano dulcemente, y contempla el mundo donde la percepción de tu odio ha sido transformada en un mundo de amor.
Este blog no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, sin embargo, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.
Abundancia Principio de plenitud que contrasta con el principio de escasez que el ego sostiene. El Hijo de Dios no carece de nada, salvo en sueños.
Amor El motivo por el cual Dios creó a su hijo. La fuerza maravillosa que todo lo mueve. Para Un Curso de Milagros, es sinónimo de Paz, Perdón, Confianza, Mansedumbre, Fe, Abundancia, Conocimiento, Generosidad, Honestidad.
Ataque Intento de justificar la culpa proyectándola en otros. Luego de proyectarla fuera de nosotros, al verla en otros, el ego nos persuade de atacarla con la esperanza de des-hacernos de ella. Lo cierto es que así solo logramos reforzarla en nuestro hermano y en nosotros multiplicándola. A través del maravilloso proceso de cambio de percepción que nos propone Un Curso de Milagros, veremos todo ataque como lo que es en realidad, un pedido de amor, un pedido de ayuda.
Causa y Efecto Uno depende del otro. Todo aquello que pensamos es la causa y el efecto es el reflejo de dichos pensamientos en el plano material, físico. No hay pensamientos fútiles nos dice Jesús en Un Curso de Milagros ya que todo pensamiento (causa) genera un efecto en el mundo material. Por otra parte y basado en el mismo precepto, “solo mis propios pensamientos pueden hacerme daño”. En la Creación, el Hijo fue el efecto de la Causa, el inconmensurable amor del Padre.
Cielo El conocimiento. Donde mora Dios y su creación en perfecta unidad. Aquí en el mundo del sueño, de la ilusión, el Cielo se ve reflejado en la Relación Santa.
Conocimiento El Cielo o Morada de Dios. Donde no existe la percepción. Donde no existe el Juicio ni es necesario el milagro, donde la Fe no es necesaria.
Creación Solo existe en el plano del conocimiento. Extensión del Ser o Espíritu de Dios. No es equivalente a la creatividad del mundo de la percepción.
Cristo La Segunda persona de la Trinidad. La Mente del Hijo de Dios. La Totalidad de la Filiación. El Ser que Dios creó por extensión. No debe asociarse únicamente con Jesús. Todos somos parte del Cristo con Jesús.
Crucifixión Un símbolo del ataque del ego a Dios y por lo tanto a su Hijo. La culpabilidad interna que se sintió en una época y que aun perdura por quienes permitieron y propiciaron la crucificaron a Jesús. Ejemplo extremo que enseño que nuestra verdadera identidad no está en el cuerpo. Hoy en día el mundo de la ilusión sigue rindiendo culto y culpándose de la crucifixión equivocando el mensaje que Jesús nos quiso dejar, sintiéndose responsable por un hecho que se tergiversa al creer que Dios envió a su amado hijo para que fuera un redentor sufriente por todos nuestros pecados y muriera por nosotros.
Cuerpo La encarnación del ego. El pensamiento de separación proyectado en el mundo de la materia. El testimonio de la culpabilidad que siente el Hijo de Dios por percibirse separado del Padre. Incluye el cuerpo físico como el psicológico. A través del trabajo que realizamos con Un Curso de Milagros, si se lo permitimos, el Espíritu Santo, el Gran Maestro, al igual que con todo lo fabricado por el ego en este plano, tomará el cuerpo y lo empleará en el propósito de nuestra paz, sanándole y convirtiéndole en una herramienta de comunicación con nuestros semejantes al servicio del Plan de Dios y de su reino.
Culpa Estado que surge al percibirnos pecadores. Es la suma de los sentimientos adversos que tenemos con relación a nosotros mismos. Es el sentimiento que surge al percibirnos lejos de casa, lejos del Padre y de haberle traicionado, engañado y atacado. Esto en ocasiones consciente y en otras, inconscientemente, aflora como un sentimiento hacia nosotros de indignidad, de vulnerabilidad, de debilidad, de poca valía. Al creer que somos culpables, nos percibimos merecedores de castigo tal como el mundo nos ha enseñado. Dicho castigo lo buscamos fuera en la forma de carencia, enfermedad, sacrificio, relaciones especiales o bien lo buscamos dentro a través de la enfermedad.
Dar/Recibir Son parte de la misma cosa toda vez que cuando damos es a nosotros mismos a quien damos. En contraposición con la idea del mundo de que al dar, “perdemos”, Un Curso de Milagros nos muestra que al ser todo una idea un pensamiento, al dar, cuando el otro recibe y hace suyo ese pensamiento que compartimos, esa idea la reforzamos en él y en nosotros y lejos de perder, multiplicamos lo que compartimos.
Demonio Una proyección del ego de la culpa hacia un agente externo.
Dios La Primera persona de la Trinidad. El Padre, La fuente, La Maravillosa Energía Universal, el Creador.
Ego El personaje, el falso yo, la mente errada. La mente dividida del Hijo de Dios que se percibe separada del Padre. La “loca idea” que se coló en la poderosa mente del Hijo de Dios durante su sueño en la que piensa que puede ser su propio creador. Como nada Eterno puede ser dividido ni separado, es simplemente una ilusión un sueño en la mente del Hijo de Dios que se percibe separado.
Enfermedad La división que el Hijo de Dios percibe en su mente al creer en la separación. Esta percepción de separación que se da en la mente, se proyecta al cuerpo. La enfermedad que el cuerpo manifiesta no está en el cuerpo si no en la mente. El cuerpo para Un Curso de Milagros como todo lo fabricado en el plano material, es neutro. Todo en este plano cobra “vida” según se le de utilidad a favor del ego o del Espíritu Santo. El ego al no poder acaparar toda a la mente, pues esta aun conserva el recuerdo de su verdadera identidad, se vale del cuerpo como herramienta para manifestar su culpabilidad y perpetuar el ataque al proyectar. El Espíritu Santo por otra parte si se lo permitimos, al corregir la percepción a cerca de quienes somos, toma el cuerpo, lo pone al servicio del plan de sanación del Hijo de Dios borrando cualquier rastro de enfermedad en el.
Espíritu La naturaleza de nuestro Ser. Nuestra esencia. Lo Eterno, lo inmutable, lo que nunca muere, lo que nos une al Todo del que somos parte. El resultado de haber sido creados a imagen y semejanza de nuestro Padre. Para Un Curso de Milagros es sinónimo de Pensamiento.
Espíritu Santo La Tercera Persona de la Trinidad. La respuesta de Dios a la idea de separación que surgió en la mente del Hijo durante el sueño. El Nexo, el Interlocutor, el re-interprete, el Vínculo entre Padre e Hijo. La voz de Dios que habla por El. El Espíritu Santo es el guía perfecto. Si se lo permitimos evaluará absolutamente todo lo que hagamos en el plano físico en función de cómo contribuye a nuestra paz y a nuestra felicidad. En virtud de dicha contribución lo conservará o simplemente le acercará luz y lo hará desaparecer.
Expiación Es el plan de corrección del Espíritu Santo para des-hacer el ego y sanar la creencia en la separación. Surgió con la creación del Espíritu Santo luego de la separación. Expiar es des-hacer. El mundo de ilusión nos convoca en todo momento a hacer, a la acción. El Espíritu Santo nos convoca a no-hacer que es lo mismo que des-hacer la ilusión. Nuestra única responsabilidad como estudiantes de Un Curso de Milagros es aceptar la Expiación para nosotros mismos, es decir des-hacer el error de que estamos separados del Padre. Todo conflicto, todo desasosiego proviene de una idea equivocada de estar separados del Padre. Si Expiamos ese error, recobraremos nuestro estado natural de dicha, paz y armonía. La Expiación se vale del perdón para des-hacer la ilusión de separación que tanta culpabilidad nos ha generado.
Extensión: Extender es compartir a través del Espíritu Santo. En contraposición a la proyección del ego, la extensión es compartir la visión del Espíritu Santo.
Fe La expresión de nuestra confianza. Según donde la depositemos tendremos un resultado determinado. Si la depositamos en la ilusión veremos un mundo caótico de culpabilidad, de conflicto, enfermedad, carencia, conflicto. Si la depositamos en la verdad, veremos un mundo perdonado de abundancia, paz, dicha, armonía. No es que no tengamos fe es que en ocasiones generalmente no sabemos donde la depositamos.
Hijo de Dios La Segunda persona de la Trinidad. El Cristo que es nuestro verdadero Ser.
Infierno Un lugar de culpabilidad, muerte, desolación, enfermedad, carencia, sufrimiento, sacrificio, relaciones especiales. En lugar donde según el ego se nos castigará.
Instante Santo El instante donde el lugar de ver culpabilidad vemos perdón. Un instante donde en lugar de ver ataque, vemos pedido de amor, de ayuda.
Jesús La Primera persona, el “YO” del Curso de Milagros. Nuestro hermano quien trascendió el ego antes que nosotros. En el mundo del tiempo, es diferente a nosotros ya que no tiene ego. En el mundo de la eternidad es uno más de nosotros. Integra junto a nosotros, la Filiación, la Mente del Hijo de Dios. Es el “modelo a seguir” para Un Curso de Milagros ya que además de ser quien amorosamente nos acerca la información, es el primero que ha culminado el proceso de Expiación mostrándonos el camino que nos enseña que es realmente posible.
Juicio Final El final de todas las ilusiones. La culminación del proceso de Expiación por parte del Hijo de Dios.
Libre albedrío Solo existe en el mundo de la ilusión, de las formas, donde aun entendemos que tenemos opciones y que podemos decidir. La decisión es si actuar con el ego como guía o con el Espíritu Santo. En el Cielo es innecesario ya que hay una única voluntad, no hay nada que decidir.
Maestro de Dios Todos quienes optamos por aprender y enseñar la lección del perdón. Todos somos alumnos y maestros a la vez ya que estamos en constante aprendizaje. Todo aquello que enseñamos, que mostramos al mundo lo reforzamos en nosotros mismos. Todo aquello que enseñamos, es a nosotros mismos a quien lo enseñamos. Al ser la vida diaria, la cotidianeidad nuestra gran salón de clases, a diario estamos desempeñando ambas funciones. Bastará con pensar y tener en todo momento presente la idea de: “que deseo aprender”, ya que eso es exactamente lo que debo enseñar.
Magia Cualquier cosa del mundo físico y de la materia que creemos nos aportará una solución. Todo lo externo, todo lo que vemos es reflejo de nuestro estado mental por lo tanto, es allí donde debemos trabajar, en nuestros pensamientos, el lugar donde se genera todo aquello que vemos en el plano físico. Nada existe por si solo en el plano físico sin antes no haberse generado en la mente. Por lo tanto cualquier solución, corrección a lo que vemos “fuera” debe darse y se encuentra en la mente, el origen de todas las cosas. Cualquier solución que entendamos viene del exterior, es magia.
Mente Sinónimo de Espíritu. El nivel donde se generan los pensamientos, donde se encuentra la conexión con el Padre. El nivel donde el Hijo de Dios es UNO. El nivel donde se encuentra la energía creadora.
Mente correcta La parte de nuestra mente que acepta sin interponer obstáculos ser guiada por el Espíritu Santo, que es conciente de cual es nuestra verdadera identidad, que sabe que no estamos solos nunca, menos al momento de tomar decisiones o de actuar y por ello apela a quien sabe perfectamente el recorrido del camino del amor, de regreso a casa y que nos lleva a un estado de paz, de dicha, de abundancia, de júbilo. La parte de la mente que nos alienta a dejarnos guiar, a escuchar, a no-hacer, a confiar. La mente que nos muestra un mundo de esperanza, de belleza, de unión.
Mente errada La parte de nuestra mente que escucha al ego, la mente que cree en el sueño, que cree en la división de lo eterno, que cree que todo lo sabe, que actúa por impulso, sin pedir asesoramiento, que entiende que todo depende de nosotros, que nos habla en todo momento de actuar, de acción, de hacer, de tomar decisiones. La parte de la mente que nos dice que somos “el centro del mundo”. La parte de la mente que nos habla de miedo, de carencia, de angustia, de enfermedades, de conflicto. La parte de la mente que nos muestra un mundo de desolación, de separación, de cuerpos divididos.
Mente UNA La mente de Dios, El Cristo, la Mente del Hijo de Dios, la Filiación. La mente que trasciende la mente errada y la mente recta. Se halla en el nivel del conocimiento. Trasciende toda percepción.
Miedo Sentimiento ilusorio. El “cielo” que fabricó el Hijo de Dios con todo el poder de su mente, en oposición al cielo del Amor. Se originó en el sueño como respuesta al sentimiento de separación, de destierro, de auto-exilio, como respuesta a la sensación de haber perpetuado un supuesto ataque al Padre, de haberle ofendido, de haberle “fallado”. Es el resultado de la culpabilidad que siente el Hijo de Dios por esta supuesta separación y por la cual entiende que merece un debido castigo. El sentimiento que el mundo de la ilusión ha alimentado al sostener que la crucifixión de Cristo fue el “merecido” castigo del Padre ante los pecados de sus hijos.
Milagro El cambio de percepción en nuestra mente que nos permite pasar del mundo de angustia, carencia, conflicto, ira, enfermedad, a un mundo de dicha, felicidad, armonía, abundancia, salud y paz a través del perdón y de la conducción del Espíritu Santo. Se produce cuando toda relación se convierte en una relación Santa. Es decir cuando la mente de dos hermanos se une en una misma mente, allí aparece el Espíritu Santo, allí aparece Cristo y se produce el milagro.
Muerte El abandono del cuerpo luego de que este ha culminado su función en este plano.
Mundo La materialización de la idea de separación. El hijo de Dios al percibir su mente dividida y separada del Padre, soñándose desterrado del Cielo, fabrica el mundo con el poder de su mente al servicio de dicho sueño. Allí da origen al tiempo y al espacio y a todo lo que tiene que ver con el plano de las formas y la materia, a todo lo que tiene que ver con lo perecedero. Fabrica la herramienta necesaria para ver, oler, sentir, oír, percibir, fabrica el cuerpo. Dios no crea el mundo físico, el mundo de lo perecedero un mundo de “vida” y “muerte”. Nada que no hable de eternidad, tiene que ver con lo que Dios crea. En nada de ello está la fuerza creadora de un Dios que solo crea lo eterno. A través del Curso de Milagros, transformamos este mundo en el verdadero “salón de clases” donde podemos aplicar todo el perdón necesario para expiar, corregir nuestros errores y des-hacer la culpabilidad que cargamos. De la mano del Espíritu Santo, podemos transitar por este mundo en una actitud de aprendizaje continuo y como menciona el Curso agradeciendo y bendiciendo cada situación vivida conscientes que el trascender dichas situaciones representa un avance en nuestro camino al Cielo.
Negación Negar la existencia del cuerpo, negar la sensación de culpabilidad que sentimos. No es la propuesta del Curso de Milagros.
Oración Muy distinto a lo que el mundo conoce como oración. El Curso de Milagros sostiene que la única oración válida es la del perdón considerando que ante cualquier evento que veamos como adverso lo único valido es perdonarnos y veremos como dicha situación se resuelve felizmente para el objetivo de nuestra paz. Cualquier evento adverso que convoquemos a nuestra vida, dará testimonio de nuestra supuesta culpabilidad. Perdonando dicha culpabilidad, la adversidad desaparece al hacer desaparecer su causa.
Pecado La creencia en que la separación es real con todo lo que ella significa, ataque al Padre, engaño, destierro del Hijo. La creencia en un Dios “débil” que creó como producto de su amor a su Hijo pero que no pudo evitar las consecuencias del ataque de dicho Hijo a al Padre, motivo por el que debe castigarle vehementemente y con toda su fuerza. Percepción Surge ante la idea de separación. Al separarnos de nuestra Fuente, de Dios, nos alejamos del Conocimiento. Fabricamos un cuerpo y le pusimos al servicio de dicha separación. Al no estar en el Conocimiento, debimos por nuestra cuenta, creyéndonos ser el Creador y no la creación, nombrar, definir, clasificar, etiquetar, juzgar, todo por nuestra cuenta. De esta forma surge la percepción. Un Curso de Milagros nos propone pasar de una percepción errada, donde juzgamos todo por nuestra cuenta usando el cuerpo como herramienta, a una percepción correcta donde juzgamos todo a través del Espíritu Santo.
Perdón Nuestra única función en este mundo. A través de la manifestación más elevada del Amor, el perdón des-hacemos el error de percibirnos separados. Un Curso de Milagros sostiene que dar y recibir son la misma cosa, por lo tanto todo perdón que ofrecemos, al darlo, es nosotros mismos a quien lo damos. Necesitamos para contrarrestar la supuesta culpabilidad que cargamos, este perdón. La única forma que tenemos de obtener dicho perdón es otorgándolo. Todo lo que vivimos como experiencia ha sido convocado por nuestro pensamiento por lo tanto, perdonamos a los demás por aquello que nos hicimos nosotros mismos no por lo que percibimos que ellos nos hicieron. El perdón es necesario únicamente en este plano de la ilusión. Podríamos decir que es una “ilusión sana” que contrarresta otra ilusión que es la culpa. Nada ha ocurrido en realidad más que en el sueño, por lo tanto de nada tenemos que perdonarnos. Pero mientras creamos que somos culpables, el perdón será necesario.
Principio de escasez La creencia en que estamos carentes de determinadas cosas, la creencia en necesidades. El pensar que “factores externos” nos proporcionarán satisfactores a estas supuestas necesidades insatisfechas. Esto nos lleva a buscar ídolos, a buscar como dice Un Curso de Milagros, la paz y la felicidad en parajes extraños. El pensar que algo nos falta refuerza la idea de separación al creer que los demás pueden privarme de algo.
Proyección Ley fundamental de la mente. Lo que vemos dentro lo proyectamos fuera. El mundo que vemos es el reflejo de la proyección de nuestra mente. No hay nada fuera nuestro que no sea el reflejo de la idea que tenemos a cerca de quienes somos. Dicha idea se encuentra en la mente. Allí es donde a través de percibirnos culpables o inocentes, proyectamos “fuera“, un mundo que da testimonio de dicha percepción.
Regalo Los regalos de Dios son el amor, la vida, eterna, la dicha, la abundancia, la plenitud. Los del ego son la angustia, la enfermedad, el miedo, la carencia. Los regalos del ego los debemos procurar a través de nuestro constante sacrificio y esfuerzo. Los regalos de Dios se nos otorgan a través del Espíritu Santo a través dejarle actuar y guiarnos.
Relación Santa Toda relación donde vemos al otro como lo que realmente es, mi hermano. En la Relación Santa, no vemos cuerpos, relaciones biológicas, edades, clases sociales, solo vemos hermanos, semejantes, iguales. Allí en la Relación Santa, Cristo aparece, nos unimos a la mente de nuestro hermano dando testimonio de unidad y no de separación. La Relación Santa es el ámbito de los Milagros.
Relaciones Especiales Toda relación donde percibimos niveles de amor. Es imposible que el amor entienda de niveles. Hay amor o no lo hay, pero no puede haber amor con unos y no con otros, o más amor y menos amor. La relación especial entiende que el amor es privativo, exclusivo, selectivo. El amor es absoluto, ilimitado y se da imparcialmente. En la relación especial lejos de extender amor, se priva de él, se cree en la escasez y se trae el miedo y los celos a la relación. La relación especial refuerza la idea de separación no la de unión. Hay dos tipos: Las relaciones especiales de odio y las relaciones especiales de amor. En las relaciones especiales de odio se proyecta toda la culpa y se perpetúa un ataque a dicha culpabilidad. En las relaciones especiales de amor, creemos en la carencia donde personas especiales, llenarán necesidades especiales, con atributos especiales que otros no tienen.
Resurrección El despertar del sueño de muerte del ego. El cambio de mente que nos permite identificarnos con nuestro verdadero Ser.
Revelación Un instante de comunicación plena con Dios. No es el objetivo de Un Curso de Milagros.
Sacrificio La creencia central del sistema de pensamiento del ego. El ego nos enseña que todo debe costar, todo se logra con “sudor y lágrimas”. Nada más lejos de la realidad. Nada que tenga que ver con nuestro verdadero Ser requiere esfuerzo ni sacrificio alguno. Dios no desea que su hijo viva en estado de plenitud y felicidad a costa de ningún sacrificio o sufrimiento. Dios no conoce nada de esto. La idea de sacrificio, es invención del Hijo durante el sueño. La voluntad del Padre es felicidad absoluta y duradera sin sacrificios. Por recibir lo que Dios desea para nosotros no debemos pagar ningún precio.
Salvación La Expiación, el des-hacer nuestros errores. De lo único que debemos ser “salvados” es de nuestra creencia de ser culpables y es lo logramos a través del perdón.
Sanación La corrección en la mente de la creencia de estar separados de Dios. La enfermedad es una decisión que tomamos se da en la mente por lo tanto la sanación también se encuentra allí.
Separación La creencia en el pecado de que hemos atacado a Dios, de que le hemos fallado y le hemos traicionado. La creencia de que se nos ha exiliado y desterrado del cielo. La creencia de que somos un cuerpo deambulando en busca de una experiencia espiritual y no un espíritu unido eternamente a su Fuente en busca de una experiencia física.
Ser Nuestra verdadera identidad, unida eternamente a la Fuente que como producto de su inconmensurable amor le dio origen.
Sueño El estado en el cual el Hijo de Dios se percibe separado de su Padre. El nivel donde se fabricó el cuerpo, donde se dio origen a la percepción. Donde se percibe como posible que lo eterno, lo invulnerable pueda cambiar. El nivel donde el Hijo de Dios cree ser el Padre y no el Hijo, donde causa y efecto se invierten.
Tener / Ser El estado de plenitud donde al saber quienes somos, reconocemos que lo tenemos todo.
Tiempo Elemento del mundo de la ilusión fabricado en contraposición con la eternidad. Del tiempo hace uso el ego para perpetuar el pasado. Apela al pasado en todo momento para asegurarnos que el futuro será tan dramático como el pasado, salteándose el presente. El Espíritu Santo si se lo permitimos, como todo lo fabricado por el Hijo de Dios, hará uso del tiempo a favor de Dios y de la felicidad de su Hijo. Al des-hacer el error mediante el perdón se produce el milagro que es un verdadero colapso del tiempo, el tiempo parece paralizarse, todo es posible y damos paso al plano de todas las posibilidades, la eternidad.
Trinidad Dios el Padre, su Hijo Cristo, nuestra verdadera esencia, el verdadero Ser, y el Espíritu Santo, el nexo entre Padre e Hijo, el re-interprete, el vínculo eterno e indisoluble